Patri García Mateos

A veces no hacen falta grandes discursos para sentirse acompañado, sino una presencia que sabe mirar, escuchar y sostener.

Patri ha sido para mí un verdadero refugio emocional en muchos momentos. Tiene esa capacidad tan única de hacerte las preguntas justas, esas que remueven pero también iluminan.

Lo que más admiro de ella es la calidez con la que se entrega a cada encuentro. Su forma de estar, de mirar sin juicio, de abrazar con palabras o con silencios... eso no se aprende, se lleva dentro. Y Patri lo tiene.

Estoy seguro de que quien decida caminar a su lado encontrará una presencia humana profundamente transformadora.

Dejarse acompañar por Patri te lleva a muchos lugares. Ya llevo un tiempo con su presencia en mi vida y aún hoy me sigue sorprendiendo su capacidad para leer lo que no se dice, para sostener sin invadir, para cuidar con una mezcla única de presencia, sensibilidad e inteligencia.

Es experta en vínculos, sí, pero sobre todo sabe estar. Y eso lo cambia todo.

Me ha acompañado en momentos profundos, en procesos difíciles y valientes, y lo ha hecho sin juicio, sin prisa, con respeto absoluto y con esa intuición suya tan afinada; como si siempre supiera cuándo dar un paso al lado y cuándo tenderte la mano para el desequilibrio.

Con ella he podido escucharme mejor, ordenar lo que me dolía, reconectar conmigo en los días en que todo parecía lejos. Tiene el don de crear espacios seguros, de traducir lo confuso, de convertir el dolor en posibilidad, y el de recordarte quién eres cuando tú ya lo habías olvidado.

Si estás valorando iniciar un proceso con ella, hazlo. No solo por lo que sabe, sino por cómo lo entrega: con generosidad, honestidad, con alma.

Organizar de manera autónoma mis ideas para saber qué decir exactamente y recomendar a alguien como Patri, ha sido sin duda un gran reto para mí. Pero un reto, que sin duda puedo superar hoy gracias a Patri, quien sabe acompañar y sostenerte en el camino, trazando la mejor ruta posible para entenderte mejor y acompañar(te) a ti misma, de un modo compasivo y con mucho mimo.

Su capacidad para empatizar con tus inquietudes, observar los miedos o dudas que no se ven a simple vista y cuidar al mismo tiempo sigue sorprendiéndome a día de hoy. A veces no hacen falta muchas palabras entre nosotras, simplemente espacio de quietud y disponibilidad emocional. Patri tiene ese algo especial para conectar con los demás generando espacios seguros de confianza.

Si estás buscando alguien que te acompañe plenamente en tu proceso vital, sea del tipo que sea, sin duda Patri es la persona adecuada. La prioridad serás tú y tus necesidades, sin excepción. El proceso es personal y eso es algo que Patri tiene por bandera, adaptándose al molde y a las curvas que puedan venir en el propio proceso.